Historia

En el año 1813 Cartago era la capital de la provincia de Costa Rica. Por una orden real de España, su cementerio se tuvo que construir alejado de la población de la ciudad. La decisión se había establecido desde el año 1789 y fue obligatoria a partir del año 1813.  Esa disposición de España lo que solicitaba era sacar todos los cementerios de las Iglesias católicas y de sus alrededores, con la finalidad de preservar la salud pública, debido a los malos olores de los cuerpos en su proceso normal de descomposición, por el clima tropical que imperaba en esta zona geográfica del continente.

Los ciudadanos cartagineses eligieron trasladar el cementerio a un terreno alejado del centro de la ciudad, que se ubica hacia el oeste de la población. Este nuevo camposanto tiene actualmente 210 años (1813-2023), cinco hectáreas y más de 5.000 fosas. Este cementerio ha sobrevivido a gran cantidad de eventos como terremotos, inundaciones, cambios políticos y cambios religiosos. Posee una gran riqueza histórica y artística que lo hace destacar en nuestro continente.

El terremoto del año 1910, lo dejo severamente dañado, pero se levantó sobre sus escombros, y en sus cuadrantes, calles y zonas se pueden descubrir las fosas de importantes personajes cartagineses y nacionales que descansan allí, así como la belleza arquitectónica de sus tumbas y mausoleos, el trabajo artístico de imágenes religiosas y las grandes historias que se esconden en este grandioso camposanto, que atraen a muchos a explorar nombres, epitafios y fechas que resguardan impresionantes historias.

En el Cementerio General de Cartago están enterrados muchos integrantes de las nobles familias cartaginesas. Además se encuentran enterrados personajes muy importantes de la historia de Costa Rica, como el político y médico Jesús Jiménez Zamora, presidente de la República entre 1863-1866 y 1868-1870, el poeta Rafael Ángel Troyo(1870-1910), la luchadora e influyente política Anacleto Arnesto de Mayorga (1809-1877), el presbítero y diputado José Francisco Peralta (1786-1844), el médico y cirujano Maximiliano Peralta Jiménez (1871-1922), nombre que lleva el Hospital de Cartago y el famoso futbolista José Rafael “Fello” Meza Ivancovich, entre otros ilustres personajes que descansan en paz en este camposanto.